Esta mañana en un estado de whatsapp de una amiga he encontrado esta cita de Samuel Beckett, y me he dicho… vamos a hablar del fracaso.
El fracaso es parte de nuestra vida. Una ruptura de pareja, un proyecto que no funciona, una inversión que se va al traste; es una experiencia muy dolorosa y, a menudo, cuesta admitirlo. Queremos que pase lo más rápido posible y olvidarlo, aunque interiormente sientes que has fallado, que todo es un desastre.
Y no nos debe extrañar pues la palabra se las trae. Etimológicamente fracasar viene del italiano fracassare derivado del latín frangere: “romper, estrellarse, quebrar algo en pedazos”.
Dicho esto, y siendo algo que en la vida nos va a ocurrir debemos pararnos a pensar que podemos hacer con él, pues quizá nos reserva algún aprendizaje. En Gestalt, pensamos que lo primero es aceptar lo que ha ocurrido (“principio de realidad” en psicoanálisis), cuanto antes tomemos conciencia y asumamos nuestra parte de responsabilidad mejor será el resultado posterior. No son buenos paños calientes, hacer como si no hubiera pasado nada. Debemos entregarnos a ese dolor y sentirlo, darle espacio. Desde este lugar seremos capaces de aprender de lo ocurrido, con humildad, para darnos cuenta que puede haber una oportunidad de crecer, y una orientación al cambio.
"El fracaso es una gran oportunidad para empezar otra vez con más inteligencia" Henry Ford
Detrás del fracaso hay un introyecto importante. Un introyecto, es un mecanismo neurótico por el cual, desde pequeñ@s nos “tragamos” mandatos, patrones, actitudes y modos de actuar que no son nuestros.
El miedo al fracaso nos viene “impuesto” desde la infancia y lo seguimos arrastrando el resto de nuestra vida por la opinión de alguien o de una sociedad, de cómo se deben hacer las cosas. Desde niñ@s escuchamos: “Tienes que esforzarte”, “Ser el mejor”, “Solo los buenos triunfan en la vida”, “Hazlo bien”. Y, ¿qué es bien?
El no triunfar no significa mi fracaso como PERSONA. Simplemente no he conseguido un éxito en un aspecto, en este momento.
"No se sale adelante celebrando éxitos sino superando fracasos" Pericles
En este post quiero reivindicar el fracaso. Aceptarlo, entregarte a él y responsabilizarte de lo sucedido nos genera libertad y alegría. Protege la autoestima y permite el aprendizaje. Evitarlo nos lleva al mismo lugar donde estábamos antes. Es muy sencillo, no aprendemos nada.
Aprender, y la vida está llena de innumerables ejemplos, es “fracasar” montones de veces.
"No he fracasado. Sólo descubrí 999 maneras de cómo no hacer una bombilla" Thomas Edison
Asumir los fracasos reduce el estrés. Nos quita presión. Nos invita a decir esa frase prohibida: “No puedo”. Nos induce a descansar. En este momento, en el aquí y ahora esto es lo que tengo. Esto puedo ofrecer. No más.
Habitualmente respondemos al fracaso echándole la culpa al otro o sintiéndonos fatal internamente. Y es allí donde necesitamos ayuda. En Gestalt te ayudamos a que te cuestiones qué es lo que te está sucediendo, qué sientes dentro cuando fallas en algo, qué es realmente lo que te viene de fuera y lo más importante: qué es lo que quieres tú. Te acompañamos a ser capaz de manejar tu propia vida. En este espacio, tu mejor versión de ti mismo puede salir a la luz.
"El éxito es la capacidad de ir de un fracaso a otro sin perder el entusiasmo" Winston Churchill
No podía terminar el artículo sin dar un pequeño espacio a lo que puede parecer lo contrario del fracaso, el éxito.
Si buscando evitar el fracaso nos equivocamos habitualmente, todavía es mayor el error cuando hablamos del éxito. Sacrificamos nuestra propia individualidad para poder encajar en una sociedad cuyo modelo de éxito no suele ser el nuestro y peca de pobre y superficial.
Como si no tuviéramos bastante con sentirnos fracasados cuando perdemos algo también nos sentimos así si no conseguimos ese falso ideal.
"El fracaso no es lo opuesto al éxito; es parte del éxito" Arianna Huffington
La percepción de éxito o de fracaso tiene mucho que ver con nuestras creencias, nuestra cultura, nuestra manera de ser, con la sociedad que nos ha tocado vivir y con las gafas con las que vemos el mundo.
Desde Gestalt Huesca te invito a que revises tu concepto de éxito: ¿Cuáles son tus ejemplos de éxito? ¿Qué es prioritario en tu vida? ¿Qué aspectos de tu vida te gustaría trabajar? ¿Das más importancia a las personas o a las cosas?
Construye tu particular interpretación de lo que es tener éxito, una que se ajuste a ti, íntima y personal, sin factores o reconocimientos externos y que sea auténtica, reflexiva y real… ¿Y si resulta que ya eres una persona exitosa?
Me gustaría terminar con una frase de Fritz Perls, el creador de la Terapia Gestalt que siempre me impresiona al escucharla: “Aprender es darse cuenta de que algo nuevo es posible”.
Casi siempre, ese “algo nuevo”, viene detrás de un fracaso.
Te lo digo por experiencia.
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